Hace un año, o dos ¿o eran 5? hace tiempo… me despertaba con las manos temblando, triste y llorando, no entendía que me estaba sucediendo, hoy os cuento como meses después volví a ser feliz, por si a alguien le sirve mi experiencia.
En su día muchas personas creyeron que era un conflicto de pareja, expectativas que no se cumplieron, me decían, ya que dos meses y pico antes había decidido dejar la relación, pero la realidad es que mi estado depresivo era por una traición laboral en la que estaba implicada mi ex pareja, ese pequeño detalle hacía que todo lo que yo dijera se entendiera como un problema sentimental, y que ella supo jugar para que pareciera todo un problema de pareja, pero la realidad es que era un problema de dos personas en el trabajo que llegó a lo personal, pasaron cosas como por ejemplo que me intentara chantajear inventándose cosas para convencerme de vender mis videos a una famosa marca de refrescos y cobrar la mitad, o que a mis espaldas se inventara historias que han hecho que un año después aún conociera gente que me dijera “Hola, conocí a tu ex compañera en Bangkok -Muy bien, pues ya conoces a los dos -Sí, sí, ya…” y se apartara de mí con aire de acusación, incluso llegué a recibir insultos de una desconocida que se había hecho amiga de mi ex pareja. Mientras, tenía que callarme porque cuando trataba de explicar que lo que les habian contado no era verdad aun me recriminaban más por hablar de ello, por lo que daba igual lo que hiciera, mi versión de los hechos no tenía cabida en esa realidad que les habian fabricado. Sentía injusticia, impotencia y tristeza por como una persona que respetaba de repente quería hacerme daño.
CONFLICTO
En esos tiempos una situación así me removía por dentro, me retorcía aún más el intestino y estrujaba mi estómago, perdí 4kg en 4 días, sí, certifico que es posible, cualquier día inventarán una clínica de adelgazamiento a base de disgustos. Pero hoy estoy en paz y con más Kg de los que me gustaría tener. Pero antaño intentaba defenderme, explicar que eso no era verdad, pero eso no ayudaba, lo empeoraba, un día vi la película Perdida (Gone Girl) donde un marido intenta explicar que él no ha hecho nada a su mujer y cada vez que abre la boca la gente aún cree que es más culpable, y luego resulta que la mujer lo había manipulado todo para que fueran en su contra, me sentía totalmente identificado, aunque a diferencia del protagonista yo no entendí y sigo sin entender que pasaba, por qué se comportaba de esa manera, y me sentía impotente ante una situación que no veía como defenderme. Aunque descubrí que contar en facebook lo que me pasaba, no ayudaba a mi imagen porque a la gente no le gusta escuchar malos rollos cercanos, pero me servía para negociar en privado, por ejemplo a cambio de no contar más cosas conseguía acuerdos.
Y aunque conseguí que no se aprovechara de mí (un poco sí que lo consiguió), mi mundo se quebró, pero sucedió más tarde, cuando todo parecía que ya había pasado y había conseguido superar la tormenta, en realidad algo se había instalado en mi cabeza, me despertaba con las manos temblando, nunca he sabido que producía esa reacción, lloraba sin parar, no conseguía trabajar, caí en un pozo. En esa situación buscas como sea salir de allí, llegué a escribir a mi ex diciéndole te odio por lo que has hecho y al día siguiente por favor ayúdame. Uno se dice “pero qué haces Joan, en el mundo pasan desgracias brutales ¿y tu estás así porque te la ha jugado tu ex? es ridículo, déjate de tonterías y a currar” pero la mente va a su rollo, por primera vez en mi vida no podía sentarme a trabajar, decidí ir a que me ayudara un profesional, la primera vez que acepto que solo no podía solucionar una herida en mi mente, quienes me conocen saben que soy una persona muy segura que me las apaño solo, lo que me pasó fue todo un giro en mi vida, y me sorprendió que yo mismo dijera que necesitaba ayuda y busqué donde ir, no quería perder mas tiempo en ese bucle tóxico y nadie debería perderlo. A veces te haces un corte en un dedo y lo puedes curar tu solo, otras veces te rompes una pierna y necesitas ir a un médico porque solo no puedes curar la herida, con la mente sucede lo mismo. Que no te de vergüenza ir a terapia, todos la necesitamos de la misma forma que visitamos al médico para la revisión general, la mente no es inmune.
SOLUCIÓN
Primero varios amigos y familiares me dieron las primeras curas, suelen ser los que te dicen lo que no quieres escuchar, los que les da igual lo que hizo la otra persona, los que te recuerdan que la elección de sufrir está en tu mente, aunque alguien te haya hecho daño tu eres libre de escoger que no te afecte en tu mente, es culpa tuya dejar que tu mente te haga daño, solo tu puedes dejar de sufrir en tu interior, no importa lo que haga la otra persona. Me tomé medicación como leer El Poder del Ahora que recomiendo y he regalado más de una vez con el consejo de que no te hagas seguidor del autor pero recojas las buenas ideas, como por ejemplo entender que debes dejar de contarte historias del pasado o futuro, y centrarte en el presente, entender que en nuestro interior convivimos con dos personas y debemos saber distanciarnos una de la otra, apartar lo que él llama ego, aunque a mi me gusta más como le llama un amigo, el mini mierdecillas, un tipejo que tenemos en la mente que se recrea en historias y pensamientos negativos. A la vez fui a una profesional que me recomendó un amigo, en la tarjeta se podía leer “La felicidad es un estado de la mente”, pura verdad, ella se llama Argia Lago y está en Barcelona.
En una semana ya me estaba recuperando, al mes ya estaba limpio, mi cabeza otra vez en su sitio o al menos donde estaba antes y con mejoras, había aprovechado para hurgar en brechas que no había mirado, algo que descubrí es que somos niños, todos, no hay excepción, la conducta y lo que nos afecta en nuestra madurez por norma general son los conflictos y vivencias de nuestra niñez, con los padres, amigos, etc. una vez entiendes eso, aceptas lo que te ocurre y te despides de la negación, vuelves a provocar la felicidad en tu mente. Desde entonces decidí que cuando alguien estuviera mal como lo estuve yo, me ofrecería para ayudar a esa persona e intentar hacerle ver que la felicidad es un estado de su mente, un año después había conocido gente maravillosa, algunas de esas personas que les ofrecí mi ayuda ahora son buenas y buenos amigos, otras fue bonito y luego siguieron su camino y una vez una chica creyó que intentaba ligar con ella… cada uno en su mundo ¡oiga!.
Por supuesto mañana puede que me rompa “una pierna” otra vez, no pasa nada, ya me conozco la cura. Y ahora cuando me levanto y leo en mi lista de objetivos “¿Eres feliz?” ya puedo volver a contestar, sí y deseo lo mismo para los demás.
Comparto un vídeo donde el artista Odin Dupeyron cuenta como terapia es canasta básica (minuto 4:45) entre otras cosas muy interesantes: