Estos días he tenido la oportunidad de ver varios documentales latinoamericanos, he visto personas cargando 200 libras de hielo bajando bajando los Andes por tradición cultural poniendo a juego su orgullo, fuerza y mente, manifestaciones artísticas en Argentina contra el consumismo para un mundo con personas más conscientes de su entorno y interior, la historia del pasado de un lago chileno con el efecto de una multinacional española pesquera en el presente, tradiciones religiosas cubanas donde se decapitan a ciervos y cerdos, manchando las manos de los asistentes con la sangre derramada, Cuba vista por un cubano que hacía 15 años que no la pisaba…
En el mundo mientras vives, a tu lado o en el punto mas desconocido del planeta y a lo mejor fuera de él, hay infinitas personas viviendo multitud de sensaciones, experiencias y acontecimientos que entre ellos como piezas de domino se encadenan creando el destino que desconocemos, pero más desconocerán la multitud de personas que me encontré al salir del cine, preocupadas por que ropa, zapatos o tienda visitar para gastar sus sudados euros, en vez de atreverse a entrar al cine Capitol, en sus sesiones gratuitas de vidas latinoamericanas. Tenía que asumir ver los documentales acompañado única y absolutamente del proyeccionista.
Consuman señores y señoras no tengan curiosidad por conocer las piezas de dómino que suceden o ante suceden a la vuestra.