Como encontré piso en Madrid

No soy supersticiosos, no soy religioso, pero si soy muy peliculero haciendo que mi vida a veces sea un desastre cuando propongo un genero que no concuerda con el de la realidad, por ejemplo si la realidad es un drama pero yo decido dirigir una comedia vamos mal…. Menos el 31 de julio de 2010, era el tercer día que buscaba piso por Madrid, había hurgado en 11 pisos y ninguno se acercaba ni lo más mínimo a lo que buscaba.

Mi lista se acercaba a la cifra maldita, el 13, pero aún tenía una oportunidad. Esa mañana había enviado un email a un piso que parecía perfecto, pero esa sensación era maldita ya la había vivido con todos los demás, luego al verlos decepcionaba al más cerdo.

Al salir de un piso más parecido a una comuna mi iphone me avisó de un nuevo email, respuesta al de la mañana:

Hola Joan,
Te puedes pasar a ver la habitación cuando quieras.
Un saludo,
Carlos

No tenía más pisos que ver, este sería mi 12 piso, después de este llegaba el 13 y el 1 de agosto ¿Quién alquila pisos decentes en pleno agosto? NADIE. Mis pensamientos eran un laberinto donde todos los caminos me llevaban al mismo agujero «Joan no te hagas ilusiones este piso tampoco será tan bonito como parece, vas a volver a Barcelona habiendo alquilado un cuchitril sucio e ingrato, eres la vergüenza de los buscadores de piso».

Mis pupilas perdidas más allá de los píxeles de la pantalla del iphone se adentraron a la profundidad de mi memoria y me mostraron las palabras de un veterano de la guerra civil española entrevistado en La Contra de La Vanguardia:

-Me parece un milagro que esté vivo…

-Lo que vi es que a los que se deprimían y decían «Ay, que me matarán, me matarán, no volveré a ver a mi madre»… ¡siempre los mataban!

Días después de leer la entrevista le pregunté a mi abuelo (que también luchó en la quinta del biberón como el entrevistado), si él alguna vez pensó que moriría, contestó de inmediato -No. Pero después se quedó pensativo y al rato dijo -No, no recuerdo pensarlo pero si recuerdo como un chaval a la orden de atacar saltó la trinchera y dijo «hay que me matan, hay que me matan…» y lo mataron.

Volví a mi realidad, estaba en la habitación del Hostal sentado en el escritorio delante del ventanal que me daba el aire suficiente para seguir fresco pero no daba abasto a mi sedienta sed, daba fe la botella de 6 litros de los que aún sobrevivía menos de medio, si todo la humanidad hubiera estado los mismo 3 días que yo tragando el calor Madrileño hubiéramos terminado el agua del mundo.

A lo mejor la comparación os parecerá exagerada pero me sentí como ese chaval a la espera de salir de la trinchera a la llamada de su general, a él le iba la vida a mi un piso. Tenía que cambiar el rumbo de la historia, ese piso iba a ser para mi e iba a ser un tesoro en medio de Madrid, mi mente tenía que centrarse en esa idea, cualquier otro pensamiento negativo el destino haría que se cumpliera confundido seguramente al creer que lo deseamos ¿sino porque demonios lo repetimos tanto? ¿Que nos aporta repetirse a uno mismo las cosas negativas que ni han ocurrido?…

Empecé con mi ritual, el genero de mi peli empezaba a tornarse espiritual, busqué en Google el nombre de la calle, quería conocer cada detalle, hacermela mía.

Google: Juanelo, madrid. Clic Buscar.

calle juanelo

Primero encontré un blog que califica la calle como una pequeña chinatown y el origen de su nombre, inventor italiano que murió casi indigente pero dejó un invento: consiguió subir el agua a Toledo desde el río Tajo salvando una fuerte pendiente. Su nombre era Juanelo, curiosa casualidad con mi nombre Joan (Juan en castellano) ¿Era una señal? Claro que sí! ¡Hemos dicho que pensaríamos en positivo!

Miré las fotos y pensé, esta va a ser mi calle.

El siguiente blog se centra en una pintada en la calle Juanelo que cree estar vinculada con la película Juno, el escrito reza:

Anyone Else But You

frase en calle juanelo

La calle me estaba hablando, esa frase proviene de una canción de amor que cantan al final de la película. Decidí sintonizar con la calle, me puse los auriculares, subí el volumen al máximo y escuché la música mientras pensaba que esa sería mi calle con el mejor piso que podía encontrar. Los 2 minutos que dura la canción ya no me encontraba en el Hostal, estaba en el limbo jugando al ajedrez con mi destino.

clic para ver video

Al terminar la canción decidí que ya había convencido al destino, llamé a Carlos para confirmar que iba hacia el piso a visitarlo….No contesta, no pasa nada, es normal no podemos pretender que te respondan siempre a la primera, vuelvo a llamar y sigue sin reponder, 15 minutos más tarde se repite la misma secuencia.

Mierda, el guionista de mi peli se ha quedado en blanco no sabe como avanzar o quiere que me quede sin ese piso tan deseado. La calle Juanelo que ya la siento como si me hubiera criado en ella se aleja cada vez más de mi futuro.

¿Soy el director de mi peli verdad? pues aquí mando yo, cierro el portatil lo guardo junto a mis posesiones personales en la maleta cerrada con una combinación de 3 números demasiado fácil para un agente secreto… el genero de mi peli empieza a vislumbrarse de acción, salgo por la ventana de un salto cortando el cable de electricidad y cogiéndolo al vuelo descendiendo hasta la azotea del bus turístico alondineseado que cruza en ese precioso instante la Gran Vía…. stop stop, mi productor no me da presupuesto para tanto, así que decido coger el ascensor y más veloz que mi destino me dirigo a la calle Juanelo, por el camino sigo llamando, envio un email pero no responde, es el fin, alguien habrá alquilado ya el piso, mierda de guionista está claro que no es de Hollywood ¿Donde está ese final feliz?

Sigo recordando las palabras de mi abuelo y el otro veterano, piensa lo que deseas y se cumplirá. ¡Ese piso será una maravilla y será mio!.

Conocía la calle, el número de puerta y el piso, al llegar me encontré hasta 6 pisos con el mismo número, A, B, C izquierda, A, B, C derecha. Llamé al A derecha, nadie contesta, pruebo con el B, contestan….me equivoqué. Sigo con los demás, mientras existan posibilidades no te rindas, una voz femenina contesta, pido por Carlos – Sí un momento.

El final de la peli ya lo conocéis 😉
Cogí una guitarra y me puse a cantar «Anyone Else but you» con mis compañeros de piso (pero esa escena fue eliminada de la versión final no se me da bien el canto, el productor comenta algo de un DVD versión extendida y doblaje…) ;p

Créditos de la peli, fotos de mi primera semana en Madrid (no están ordenadas cronológicamente):

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