Estaba leyendo esta entrevista a Pedro Zerolo donde dice:
Se sigue sin hablar de diversidad sexual en las aulas, sobre todo en Madrid
En las aulas en realidad se sigue sin hablar de muchas cosas más importantes que conocer el nombre de los reyes de españa y sus ríos, por mucho que memorices y sepas sumar si no te sabes relacionar ni colaborar, ni te conoces, el mundo seguirá siendo un lugar de guerras e injusticias.
Pero con la lectura recordé el libro Ensayo sobre la ceguera donde los personajes se enamoran de personas del mismo sexo pero no por el físico o ser homosexual, ya que no los pueden ver, se enamoran por como son. Pensé si se podía hacer vivir una sensación parecida y se me ocurrió un juego para hablar sobre diversidad sexual y mucho más en las aulas, espero poder tener la oportunidad de hacerlo algún día o que alguien lo haga:
Los alumnos tienen que escribir (sin extenderse más de media página) como son internamente, que sienten, que quieren ser, que les gusta y que no les gusta, no pueden poner si son chica o chico. El profesor recoge los escritos en dos grupos sin que se den cuenta de la división, seguidamente entrega los escritos de un grupo al otro así nadie le tocará su mismo escrito.
Cada alumno lee el escrito en voz alta, y se le pregunta si podría enamorarse de una persona como la que se describe, se le pregunta ¿por qué si o no?, esto ayudará a hacer entender que no importa si es hombre o mujer, el amor también es interno, el interior no sabe de sexos. El ser, la forma de ser, es lo realmente importante. También hace reflexionar sobre lo que le gusta y lo que no, nos empezamos a conocer interiormente.
Se le pregunta quién cree que es esta persona, y seguidamente se pide que la persona que lo escribió se de a conocer, esta parte les divertirá pero además se pueden hacer muchas reflexiones, por ejemplo sobre lo que ven los otros de ti, o como lo que piensas de una persona no coincide con lo que siente la otra. Se practica la empatía.
Y así con todos los alumnos, pero uno de ellos tendrá un papel que no lo ha escrito un alumno, lo ha escrito el profesor, pero los alumnos no lo saben, el profesor se quedó con un escrito y lo cambió por el suyo, su escrito que leerán en voz alta lo confundirán por el de un alumno, en este punto el profesor puede pedir que todos los alumnos propongan de quien es el escrito, ninguno acertará, verán como los prejuicios nos engañan, no todo es lo que parece, tenemos que mirar a nuestro alrededor, a veces en la vida nos centramos sólo en nosotros y no queremos ver la realidad que te rodea, como ejemplo ellos se han centrado sólo en los alumnos, pero hay más vida fuera de allí como el profesor, aún se podría mejorar la experiencia poniendo un escrito realizado por un supuesto niño de un país pobre, aunque no lo veamos, ni lo conozcamos, también existe y forma parte del mundo, de nosotros y un día también podríamos ser nosotros, la vida da muchas vueltas no hemos vivido siempre igual.
Como veis el juego da mucho juego valga la redundancia y creo que no dejará indiferente a ningún niño e incluso adulto.