El Pescador se pone a la moda

En mi infancia aprendí a pescar, violar al pobre gusano biscoso insertándole un anzuelo para ser ahogado en el mar, con la esperanza de ser engullido por un pez hambriento que si tiene suerte, después del mal rato al pinzarse la boca, volverá al mar o será cocinado con deliciosas salsas.

Pero hoy no hablaremos de tortura, concepto que fui desarrollando con el tiempo alejándome de la pesca, aunque al fin y al cabo es un método para comer que seguramente tiene a vegetarianos en contra, pero si lo practicara el León alucinaríamos viéndolo pescar en los vídeos de National Geographic. Reconozco que actualmente me es difícil practicar esta caza pero un disfrute comerme el resultado de esas horas a la espera que se mueva la caña de pescar.

¿Y que tiene que ver todo esto con la moda?

Quien haya tenido la oportunidad de vivir con pescadores o ser un pescador recordará el olor a pescado junto a un conjunto de bañador o pantalón corto o en los casos de invierno, largo y viejo o con botas de plástico para no mojarse, en general un conjunto que no sigue ni por casualidad a la moda, algo parecido a esto:

pescador de toda la vida

Con el tiempo parece que pescar ya no es una moda, «en mi juventud» (pequeñín) la mayoría tenían una caña de pescar y era de gran chulería conocer los mejores métodos para la pesca y salir victorioso con varios peces o cangrejos, pescar era como quién tenía una moto, era guay.Escuchar a chicas comentar con orgullo que la han invitado a pescar era habitual…

Pero, al menos, a mi alrededor ese olor a pescado fue desapareciendo, y los que continuaron pescando pasaron de guays a anticuados, la moda se impuso con fuerza e ir con esas pintas no era nada glamouroso.

La gente ya no aspira a ser un gran pescador, mejor estar sentado delante de un ordenador de una oficina o salir en las noches discotequeras luciendo los últimos modelitos, antes que poner gusanos en un anzuelo.

Los tiempos cambian, pero las personas con el tiempo también adaptan los extremos que tanto les gustan, e aquí un ejemplo del nuevo pescador joven a la moda:

pescador joven a la moda

Imaginaros que mañana una marca de tejanos empieza una nueva campaña publicitaria donde podemos ver a jóvenes con cañas de pescar metidos en el agua y sus tejanos con medio calzoncillo por fuera, pones la tv y aparece un anuncio donde pescar con tus tejanos atrae a todos los peces y a las mujeres (muy al estilo axe, lo se), a lo mejor todo el rollo guay de ser pescador en mi infancia fue imaginación mía, igualmente pongo la mano en el fuego a que en menos que canta un gallo, con buena publicidad, pescar con tus tejanos, será ser guay, eso incrementará económicamente el sector de pesca y porque no a lo mejor la profesión de pescador crece.

El joven pescador con tejanos metido en el agua que me encontré hace escasos días paseando por la playa ahora es visto como ridículo, porque no es moda, pero también era ridículo ponerse los calentadores de danza en los tobillos, recuerdo como una amiga se reía de la chica que se avanzó a la moda poniéndose los calentadores, meses más tarde, se los ponía para se más guay.

Sí, los primeros en ir a la moda cuando no era la moda eran personas originales, puros, con marcada personalidad, con su propia marca personal, y los que venimos detrás simplemente somos mentes manipuladas gracias a los anuncios que intentamos imitar.

anuncio pescador moderno
Si el pescador con tejanos fuera el guay de una pandilla, seguramente en tiempos donde los anuncios no nos invadían, pondría de moda el nuevo estilo, ahora el chico guay que nos dirá que mola y que no, será el Brad Pitt de turno que anuncie esa actitud «tan moderna».

No te engañes tus gustos no son más que una mezcla de tu personalidad tanto genética y aprendida en tu infancia, más un gran porcentaje de publicidad que a veces por no decir en general sustituye la personalidad haciéndonos iguales entre todos, y aún peor, hacernos creer que como ya no se anuncia un pantalón ya no te lo puedes poner, porque ya no se lleva. Y no confundamos, lo grabe no es que seamos iguales, si llegamos a ser iguales por iniciativa propia perfecto, si todos actuáramos bien seriamos todos iguales y eso es bueno, lo importante no es ser igual o diferente si no como actuamos, el problema es cuando somos iguales por manipulación publicitaria y no somos conscientes de eso.

Da que reflexionar la frase que me contó una chica de Costa Rica:

En nuestro país aprovechamos la ropa durante un año y más, en cambio cuando llegué a España era imposible, te miran mal, parece obligatorio comprarte ropa nueva para cada estación del año, y no aprovecharla el año siguiente. Y eso es mucho dinero.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando entendemos que se acepta nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies