LAS 3 LECCIONES SOBRE LA VIDA QUE HE APRENDIDO DE MI ABUELO

Este texto lo escribí y leí en catalán el 21 de enero de 2011 en la parroquia de la Sagrada Família, en Manresa, para despedir a mi abuelo que se fue el 19 de enero a las 18:35 a sus 90 años.

Estos último días, cuando el yayo ya estaba en la cama que casi no podía moverse ni hablar, vino una enfermera a verlo, el yayo oía perfectamente, pero la enfermera, seguramente acostumbrada a hablar en voz alta a la gente mayor como hemos hecho todos alguna vez, le decía: ¿CÓMO ESTÁ RAMÓN? y el yayo movía la cabeza, bien, bien, la enfermera continuaba ¿NO LE DUELE NADA? no, no (pensé que si continuaba alzando la voz seguro que algo le empezaría a doler). Y así continuó un buen rato hasta que el yayo le dijo alguna cosa, pero ella no lo entendía ¿QUÉ DICE? le preguntaba la enfermera ¿QUÉ DICE? pero no conseguía entenderlo, así que me acerqué a ver que le decía ¿Qué dices yayu? y el yayo me dice: QUE NO ME AGOBIE.

Así es el yayo, LIBRE, y esta es la primera lección que me enseñó, ser LIBRE, me enseñó a vivir como uno mismo desee y no como los otros quieren. Me enseñó que no has de callarte, que tu vida es tuya y sino, lucha por ella. Y esta es la segunda lección que aprendí: LUCHAR.

Mi abuelo siempre me contaba muchas batallitas, sobre todo de la guerra, y yo siempre le hacía muchas preguntas, un día le pregunté si alguna vez pensó que moriría en la guerra, me dijo que no. Nunca se la pasó por la cabeza, incluso cuando estuvo enfermo del corazón que el médico le daba meses de vida mi abuelo en vez de rendirse dijo que en 3 meses estaría trabajando, y a los 3 meses estaba trabajando. Esta gran actitud la tuvo hasta los últimos días, hace 4 días estando en la cama muy enfermo, sin poder caminar ni apenas hablar, lo vi pensativo y le pregunté qué pensaba. Pensé que a lo mejor me diría «Joan, esto se termina», pero está claro que yo aún no había aprendido la lección, levantó la mano, puso dos dedos como si fueran piernas, los movió y nos dijo: «En que pronto caminaré».

La última gran lección la aprendí el día que nos dejó, me enseñó la importancia de amar, del amor, de la familia, se fue rodeado de su mujer (mi yaya que lo quiere con locura), de sus hijos y nietos, todos estuvimos a su lado cuando abrió por última vez los ojos e hizo el último suspiro, mientras toda la familia lo abrazábamos y lo estimábamos en su cama, en su casa, como él siempre había deseado irse.

Si él estuvo acompañado de todos nosotros es porque nos quiso más que a él mismo, nos cuidó hasta los últimos días. Mi hermana Laura ayer recordaba como el día que tenían que operar a mi abuela fue a casa de mis abuelos a cuidar del yayo y al final fue el yayo quien estuvo cuidando de Laura.

Mi abuelo se marchó antes de lo que quería, «1 o 2 años más ya estaré contento» me decía, me levantaba las manos mostrándome los 10 dedos de la mano «10, 10 para los 100 años»… pero ha sido y será querido hasta la eternidad.

I esta es la lección más importante, AMAR, sobre todo a quien nos acompaña en la vida, un día le pregunté ¿De estos 90 años, qué es lo que te ha hecho más feliz? Y me dijo después de pensarlo un buen rato: «Las personas que me han acompañado durante la vida».

El yayo, me enseñó muchas más de 3 lecciones, como por ejemplo reírse de uno mismo, recuerdo como la yaya le decía: «Pero Ramón, mira que pinta que haces sin los dientes, venga póntelos» y el yayo enseñaba los pocos dientes que tenía haciendo una mueca y reía.

Yayo, ya no te agobiaremos más, te dejaremos descansar en paz, estoy seguro que te has salido con la tuya, ahora debes estar caminando como nos dijiste que harías. Hoy a la noche saldré a la terracita y miraré a las estrellas como hacías tu y seguro veré una moviéndose libremente y brillando más que ninguna otra, guiándonos en el día a día. Cuídanos ahora más que nunca, sobretodo a la yaya que tiene que conocer a más bisnietos.

Ahora a seguir viviendo siendo las mejores personas posibles, yayo has dejado el listón muy alto.

Te añoramos muchísimo. Nos vemos en las estrellas.

hola yayo
Esta foto la hice el mismo día a la noche. Es desde donde mi abuelo veía las estrellas cada noche.

hola yayo
Estas son las estrellas que veía mi abuelo, la foto también es del mismo día.

El siguiente texto y foto los hice el 19 de enero sentado en la terracita de mi abuelo, cuando supimos que en pocas horas nos dejaría.

«Mi abuelo por las noches salía a su terracita, se sentaba y pasaba un tiempo mirando las estrellas. Desde pequeñín me parecía un momento mágico, me gustaba verle relajado mirando las estrellas y me preguntaba porque lo hacía. Hoy mi abuelo a los 90 años se despide, y yo le cojo el relevo, me siento en su terracita y miro al cielo esperando la noche, donde hoy aparecerá una estrella mas. Nos vemos en las estrellas yayo.»

vista desde la terraza del abuelo

Hay muchas más cosas que me hubiera gustado recordar en el texto inicial, como la lección de ser curioso y querer aprender hasta el último día, le encantaba leer libros, algunos de los últimos libros que leyó: «El hombre que confundió a su mujer por un sombrero» de Oliver Sacks, «Relato de un naufrago» de Gabriel Garcia Marquez y el último que no pudo terminar «El alma está en el cerebro» de Eduard Punset. Cuando era pequeño me dejó una novela y me dijo «Devuélvemela eh!?» nunca le devolví pensando que así teníamos algo pendiente y por eso nunca podría irse de nuestras vidas… aún conservo ese libro. Y a sus 87 años le enseñé a usar el ordenador, a conectarse a internet y sin haber tocado en su vida una máquina de escribir en pocos meses era su actividad habitual: encender el ordenador, leer las noticias y hacer videoconferencias con toda la família.

También en los últimos 3 años le enseñé a hacer fotos, estás son las que hizo:

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foto neu del yayo

Mi abuelo es la persona que más quiero, como soy es en gran parte por lo que aprendí de él. Cristina me decía «tu abuelo es tu héroe». Sí, es mi héroe.

Mis abuelos: 60 aniversario de casados
Mis abuelos el día que celebraron 60 años de casados, aunque como dice mi abuela «Joan, en esta foto hay más arrugas de las que tenemos». La foto es idéntica a la foto de cuando se casaron.

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