VERDADERO Y FALSO

Libro de David Mamet imprescindible para cualquier actor o director, hace unos años hice una selección de frases para entregar a alumnos de teatro, pero perdí el archivo y no pude entregarlas, al fin lo encontré y aquí las comparto más allá de los alumnos.

“El “Método” de Stanislavski y la técnica de las escuelas derivadas de él son absurdos. No es una técnica sacada de unos ejercicios que puedan desarrollar una destreza, es un culto. Los requerimientos orgánicos hechos al actor son mucho más convincentes, y los desempeños potenciales del actor, mucho más importantes; la vida y el trabajo, si se me permite decirlo, son mucho más heroicos que cualquier cosa prescrita o prevista por ese o cualquier otro “método” de interpretación.”

Tuve una época que estudié para actor, en esta etapa pasé por una de las escuelas que utilizan el método Stanislavski, el método va muy bien para conocerte y así explotar tu talento, pero ya está, si lo utilizas para actuar te puede perjudicar ya que el método consiste en si por ejemplo al personaje se le muere alguien tu tienes que recordar una muerte próxima, abrir heridas cerradas, no es necesario, actuar es interpretar no sentir, pero si hacer sentir.

“El actor no tiene que experimentar nada de nada. No tiene necesidad de “sentir”, como el mago no tiene necesidad de armarse de poderes sobrenaturales. El mago crea una ilusión en la mente del público. Eso es lo que hace el actor.

Por si no quedaba claro el texto anterior 😉

“El actor está en el escenario para comunicar la obra al público. Ése es el principio y el final de su trabajo. Para hacerlo el actor necesita una voz potente, una buena dicción, un cuerpo dúctil y bien proporcionado y una comprensión rudimentaria de la obra”

Este fragmento está muy centrado en el teatro ya que en el cine a veces el cuerpo o tener una voz potente no es lo importante, pero la idea básica no es discutible, para comunicar tienes que conocerte y saber utilizar tu ser al completo y sobretodo se consciente de lo que tienes y lo que no.

«Eisenstein escribió que el auténtico poder de las películas proviene de la síntesi en la mente del espectador del fotograma A y del fotograma B”

A referencia del efecto Kuleshov que ya aprendimos hace tiempo.

“La respuesta a una petición emocional es la hostilidad y la rebelión. No hay excepciones. Si fuésemos capaces de controlar nuestros pensamientos conscientes, de controlar las emociones a nuestra voluntad, no habría neurosis, ni psicosis, ni psicoanálisis, ni tristeza.”

Un fragmento que va más allá del mundo de la actuación, más en la línea de la inteligencia emocional, ya que este reto, casi el más grandes que tiene el ser humano, saber controlar nuestras emociones, sería un paso de gigante hacia un ser humano ideal, mientras debes conocer los entresijos de las emociones para conocer bien a tu personaje, resumidamente: empatía.

“Dejando de lado el entrenamiento vocal y físico, y la más rudimentaria instrucción sobre análisis de texto, cosas que, por otro lado, se pueden aprender poco a poco a través de la observación y la práctica, a través de un profesor particular, o a través de una mezcla de todo.”

Para actuar se necesita aprendizaje no vale solo el tópico «lo llevas dentro, te sale natural»

“Alicia, en el país de las maravillas, pregunta al gusano qué camino tendría que tomar, y el gusano les responde preguntándole dónde quiere ir. Ésa es la pregunta que os tenéis que hacer.”

Los actores no suelen tener muy claro hacia donde ir, suelen ser inseguros, aunque en realidad no es sólo cosa de actores sino de la mayoría de seres humanos, nos regala una pregunta que nos puede servir en muchos momentos de la vida. Las preguntas suelen ayudar más que si nos dan las respuestas.

“Encuentra tu marca, mira a tu compañero a los ojos, y di la verdad.” JAMES CAGNEY –actor americano-

Aunque actúes no tienes que olvidar que debes ser creíble, aprenderte el texto al dedillo, es una buena solución, que lo puedas recitar sin pensar, cuando lo piensas suele desprenderse sensación de mentira, de actuación, aunque sea una contradicción, no debes actuar.

“Naturalmente nuestra cultura nos ha preparado para controlar la lengua, controlar nuestras emociones y comportarnos de una manera educada. O sea que para actuar tenemos que olvidar esos hábitos, tenemos que aprender a hablar en voz alta, a responder rápido, a actuar con fuerza, sin tener en cuenta lo que sentimos y lo que hemos hecho para crear el hábito, ni el “entendimiento”, ni lo que nos hemos “atribuido” al instante; tenemos que renunciar al control y, haciéndolo, darnos a la obra.”

Desde mi punto de vista esta frase me recuerda a cuando en las clases de actuación salen personas diciendo que no queiren hacer de gallina porque es ridículo, si quieres actuar mejor desprendete de los prejuicios, de lo que es tu persona, dejala en casa, aquí vienes a poner tu cuerpo y voz en la ánima de otro ser.

“Si dices “lo intentaré” ya te estás excusando.”

Otra de esas frases que sirven para la vida misma.

“A un actor que se había trasladado a Los Ángeles le ofrecieron el papel del protagonista de una obra mía que se tenía que estrenar en Chicago; era un actor fantástico que iba perfecto para el papel, y dijo: “Me encantaría poder ir e interpretar ese papel, y desearía que mi carrera estuviera lo bastante consolidada para poder hacerlo.” Ese actor, como muchos de sus hermanos y hermanas, se pasó las ocho semanas que podría haber estado haciendo aquel papel en Chicago sentado al lado del teléfono en Los Ángeles, un papel que él confesaba que le habría encantado hacer.

¿Falta añadir algo más?

«Y si a vosotros os gusta el teatro y la vida del teatro, participad como el buscador de oro con su burro. Participad”

Eso que en la vida las cosas no vienen solas.

“El público no va a ver una lección, va a ver un espectáculo. Si le ha gustado, vosotros, los actores, habéis hecho vuestro trabajo”

Y si es una lección, mejor que no se de cuenta el espectador porque se sentirá despreciado, su ego les puede, piensa: ¿tu quién eres para enseñarme a mi?.

“buenos días”, dentro y fuera del escenario, puede ser una invitación, una despedida, una disculpa, un rapapolvo; no quiere decir nada, en resumen. Su significado vendrá dado por la intención del que lo dice hacia el que lo escucha. De la misma manera, en el escenario, el «significado» de una frase para el público se expresa desmesuradamente más rápido, con más finalidad y fuerza que cualquier intención de explicación o de mejora por parte del actor, y finalmente, la suplanta; se expresa por la intención del autor.”

Pues eso, que no nos enrollemos con explicaciones, tendría que poner en práctica el consejo.

“(la ansiedad, la culpa, los nervios, la timidez, la ambivalencia) son la condición humana (al menos en la era posindustrial) y, casualmente, la materia del arte. Nunca nadie con un infancia feliz ha querido entrar en el mundo del espectáculo. Los estados enumerados son los que os han empujado al mundo del teatro.”

Por mi experiencia suele ser cierto, y es normal que el mejor actor haya pasado por emociones difíciles, porque le ayudan a conocerse mejor, son experiencias donde analizas el interior, y en esa experiencia hay una cierta fuerza que te impulsa al mundo de la interpretación.

“(Vuestro trabajo no es explicarlo sino interpretarlo.) Aprended a preguntaros: ¿Qué quiere el personaje de la obra? ¿Qué hace para conseguirlo? ¿Qué hay de parecido en mi experiencia?”

Otra vez la empatía.

“El público aceptará cualquier cosa que no tenga alguna razón para no creer”

Recuerdo un fragmento donde cuenta que si ves una persona bien vestida, con estilo y buen andar y un tipo dice que es una mujer rica que que maltrata a sus trabajadores, el espectador no tiene porque no creerlo, los tópicos ayudan a reforzar esa imagen y a lo mejor es una mujer pobre que le ha tocado un concurso de belleza ganando un cambio de imagen además de la suerte de tener un buen andar.

VERDADERO Y FALSO de David Mamet
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