Estos días estoy leyendo el libro «Así se hacen las películas» de Sidney Lumet, me lo recomendó un director que le recomendó un productor que a la vez también le recomendaron al hacer su primer corto e imagino así hasta el infinito, creo que ya entendéis el concepto. Es un gran libro para conocer qué te puedes encontrar cuando ruedes un corto o película y la verdad, está muy bien, precisamente voy a compartir un fragmento donde le da la importancia que se merece a la herramienta de trabajo por excelencia del cine, la cámara.
Lo primero de todo: la cámara no puede replicarte. No puede hacer preguntas estúpidas. No puede hacer preguntas penetrantes que te hacen caer en la cuenta de que , hasta ese momento estabas completamente equivocado. ¡Caray, es sólo una cámara!
Pero:
Puede disimular una actuación deficiente,
Puede mejorar una actuación buena.
Puede crear una atmósfera.
Puede ofrecer sordidez.
Puede ofrecer hermosura
Puede provocar emociones
Puede capturar la esencia del momento
Puede detener el tiempo
Puede alterar el espacio
Puede definir a un personaje
Puede permitir una planificación detallada
Puede gastar bromas
Puede hacer milagrosSi cuento con dos estrellas en la película que estoy haciendo,siempre sé que en realidad cuento con tres. La tercera es la cámara.
Desde mi blog en la sección Taller Audiovisual intento explicaros porque y como usar la cámara para hacer todo lo que Sidney Lumet dice que puede hacer, Sidney en el libro también da pinceladas.
Seguramente las explicaciones y reflexiones de Sidney Lumet vuelvan a pasar por aquí, pero no hay nada mejor que leer el libro 😉